UN JURAMENTO HIPOCRATICO PARA LA INDUTRIA DE LA EDUCACION (ED-TECH)

La reflexión sobre la comparación (parallels), entre la medicina y la educación es muy interesante ya que como se puntualiza a través de este post , la lamentable trayectoria a la que se a encauzado una labor tan noble como la atención medica o la de atender las enfermedades de un paciente, por la influencia de la industria medica.

Los paciente han llegado a ser solo números, y cada vez mas se va perdiendo el factor humano,   “Recordaré que hay arte de la medicina, así como la ciencia, y que el calor, la simpatía y la comprensión pueden ser mayores que el bisturí del cirujano o el medicamento de la farmacia”.

La épica de “en primer lugar, no hacer daño”, son a menudo atraídos entre la educación y la medicina, ambos tienen el propósito de fomentar el bienestar; ambos están destinados a ser un profesional que ejerza su labor con cuidado.

Estamos tratando de forma similar con mentes y cuerpos, pensando en la cura y en la prevención, en el juramento Hipocrático, se destaca, la humildad en recocer que habrá ocaciones donde tendremos que reconocer que "no lo sabemos" y no tendía nada de malo el tener que preguntarles  a mis colegas, ya que mi ética sobre la importancia de la atención al alumno debe ser prioritaria. Reconocer que la educación tiene una historia y que debemos basarnos el ella para dar un seguimiento a nuestra enseñanza.

Lo lamentable es que este juramento no fue suficiente para vencer la industria de la economía de la medicina, es por eso que es oportuna puntualizar y reflexionar sobre si la nueva industria de la educación correrá el mismo destino, perder la verdadera ética o propicios de la educación o nos dejaremos arrastrar por la nueva industria y desvirtuar  por completo los principios:

1.     Insistir en que los estudiantes no sean datos, son seres humanos.

2.     Respeto a la privacidad.

3.     Reconocer que las herramientas no es mas importante que la compasión, y que solo son recursos que nos permitirán logra objetivos y no cerrarnos a los fríos resultados.

4.     Mantener abiertas las vías de la comunicación y la transparencia profesional.

5.     Darle su lugar a la industria de la educación.

Esta reflexión es interesante ya que es difícil pensar que alguno de nosotros no hallamos pasado por una situación donde el medico no nos dio el trato humano al que tenemos derecho.

¿Qué podríamos hacer para que esto no suceda en nuestra practica docente?

¿Qué podemos hacer para que la industria de la tecnología educativa nos ayude a logra nuestros objetivos y pensar que lo mas importante para nosotros es la salud y el bienestar de los estudiantes?

¿Qué parte de la tecnología de la educación implica el control y la vigilancia, por ejemplo?

¿Cómo podemos identificar mejor los efectos secundarios nocivos de la tecnología de la educación.

Y nunca olvidarnos de que el eje principal de nuestra labor sea “primero no hacer daño”.